La tortilla de patata es casi un icono de la cocina española. Pero los tiempos cambian, y el veganismo cada vez tiene más seguidores. Por eso os traemos una receta que reinventa la conocida tortilla de patata para que la puedan disfrutar tanto veganos como no veganos ya que no contiene huevo, y os avisamos de que no tiene nada que envidiarle a la tortilla de patata original.
¿Cómo preparar una tortilla de patatas vegana?
Ingredientes
Para poder elaborar 6 – 8 raciones de esta tortilla de patata vegana (sin huevo) se necesitan:
- 3 patatas medianas
- 1/2 cebolla
- 300 ml de agua
- 125 g de harina de garbanzo
- Aceite para freír las patatas
- Sal
Elaboración
La elaboración es igual a la tortilla de patata clásica, pero sustituyendo el huevo por una mezcla de harina de garbanzo y agua.
Se corta la cebolla y las patatas en trozos pequeños.
A continuación, se fríen las patatas en abundante aceite, a los 3 min se añade la cebolla y se deja freír todo junto.
(Se puede reducir el aporte calórico pochando la cebolla con poca cantidad de aceite y cociendo la patata en agua hirviendo o en el microondas…)
Mientras se fríe la patata, mezclamos en un bol la harina de garbanzo con el agua, hasta dejar una masa homogénea y de textura similar a un huevo batido. Se deja reposar unos 10 min. Se unen todos los ingredientes en el bol, se añade la sal, y se deja reposar de nuevo unos minutos, para que liguen bien las patatas con la mezcla.
Se cocina la tortilla en una sartén antiadherente, a fuego lento, con mucho cuidado de no romperla al darle la vuelta. Y ya estaría lista esta tortilla de patata vegana.
Información nutricional
Valores nutricionales | Valores por Ración |
---|---|
Energía | 182 kcal |
Grasas | 8.43 g |
Hidratos | 20.14 g |
Proteínas | 5.6 g |
Fibra | 1.2 g |
Sal | 0.6 g |
Consejo
Esta receta es apta para recetas veganas, deportistas que requieren una carga de hidratos, intolerantes al gluten, alérgicos al huevo, y niños de cualquier edad. Esta tortilla combina muy bien con una ensalada de hojas verdes, ya que así su sabor, textura y consistencia están muy equilibrados.
La harina de garbanzo no tiene gluten y la hace apta para celiacos. La puedes comprar ya hecha o hacerla tú mismo. Si decides hacerla y no la dejas completamente fina le aportará un toque crujiente en el exterior. Una buena sartén antiadherente es clave para que la tortilla te salga perfecta.