El mes de junio es sinónimo de piscina, buen tiempo y platos frescos, y una cazuela de garbanzos con chorizo tal vez no sea el plato más refrescante. Esta receta incluye las legumbres de una forma más fresca y apetecible de cara a días calurosos, y con una fuente natural de proteínas como es el huevo.
Índice de contenido
¿Cómo preparar láminas de espárragos con legumbre?
Ingredientes
Para elaborar 4 raciones de esta receta de láminas de espárragos con legumbre:
- 500 g de espárragos
- 100 g de guisantes descarnados
- 100 g de habas desgarradas
- 4 huevos
- Aove
- Sal
Elaboración
- Se pelan los espárragos con la ayuda de un pelador y una vez ya pelados se lavan.
- A continuación, se hacen láminas con los espárragos con una mandolina o de un pelador, y se colocan en agua fría, para reservarlas para utilizarlas posteriormente.
- Cocer los guisantes durante unos minutos con un poco de sal. Escurrir el agua de cocción y se dejan enfriar.
- Hacer lo mismo con las habas.
- Posteriormente, en una sartén se coloca un poco de aceite y se añaden las láminas de espárragos, los guisantes y las habas. Todo se saltea unos minutos (el tiempo suficiente para que se hagan las láminas de los espárragos).
- Para emplatar, se rompen los huevos, pero en este caso se utilizarán solo las yemas, por lo tanto separarlas de las claras. Se coloca en el fondo del plato la yema y sobre ella las verduras calientes (que tengan bastante temperatura).
- Finalmente, se puede decorar con unas virutas de jamón. Y ya estaría lista esta receta de láminas de espárragos con legumbre.
Información nutricional
| Valores nutricionales | Valores por Ración | Valores por 100 g |
|---|---|---|
| Energía | 227.25 kcal | 91.36 kcal |
| Grasas | 15.69 g | 6.31 g |
| Hidratos | 7.08 g | 2.84 g |
| Proteínas | 14.3 g | 5.75 g |
| Fibra | 4.02 g | 1.61 g |
| Sal | 1.54 g | 0.62 g |
Consejo
Se recomienda ingerir este plato poco después de haberlo emplatado por la yema de huevo.
La textura de las verduras es muy delicada, y el momento de hervirlas tiene que no debemos tenerlas demasiado tiempo en el fuego para que no se pochen y pierdan tanto sabor como textura. Además, si tras hervirlas las arrojamos a un bol con hielo, se mantendrán más crujientes.
