La dieta equilibrada es aquel modo de alimentarse que nos proporciona todo los nutrientes necesarios para cada persona, sea cual sea el momento del ciclo vital, enfermedades o circunstancias personales.
Una dieta equilibrada será la idónea para cubrir con las necesidades de energía, macronutrientes (grasas, hidratos de carbono y grasas), micronutrientes (vitaminas y minerales) y fibra.
Además de proporcionar todos los nutrientes, estos deben proceder de alimentos saludables. Si cubrimos con las necesidades energéticas, pero lo hacemos con alimentos procesados, azucarados, insanos… no será una dieta equilibrada.
Dieta equilibrada no es sinónimo de dieta para adelgazar, sino que será una alimentación adecuada, que puede ser con distintos objetivos:
- Prevenir algún problema de salud
- Mejorar los hábitos alimentarios cuando anteriormente no se está comiendo bien
- Adaptación a deportistas
- Pérdida de peso de manera saludable
- Ganancia de peso o volumen
- Alimentación infantil, alimentación de bebés.
- Embarazo y lactancia
- Mejorar el estado de salud o los síntomas de patologías ya presentes.
¿Cómo debe ser una dieta equilibrada?
Como decíamos anteriormente, debe contener todos los nutrientes y en una proporción adecuada, ya que todos ellos tienen su función en nuestro organismo.
- Hidratos de carbono: su función principal es la energética. Digamos que es nuestra gasolina inmediata, la engería que consumimos en cada momento, no solo para realizar cualquier actividad sino también para nuestras funciones vitales más básicas (latidos cardiacos, respiración…)
- Grasas: también tienen función energética y entre otras muchas, ejercen como barrera de protección para nuestras células. Por tanto, eliminar las grasas de nuestra dieta no sería equilibrado, ya que en su proporción correcta, son beneficiosas.
- Proteínas: su principal tarea en nuestro organismo es la de regeneración de tejidos y hormonal, entre otras muchas.
- Vitaminas: no tienen energía, pero son indispensables en nuestra dieta equilibrada, algunas de ellas esenciales, es decir, necesitamos consumirlas a través de los alimentos.
- Minerales: al igual que las vitaminas, los necesitamos en cantidades muy pequeñas, no proporcionan calorías, pero sin ellos no podríamos contar con un buen estado de salud.
- La fibra no se considera un nutriente como tal, pero también es importante que forme parte de nuestra dieta, en gran cantidad ya que regula nuestra microbiota intestinal y favorece el tránsito, además de otros beneficios como preventivos (estreñimiento, cáncer de colon…) o como ayuda extra en dieta de adelgazamiento.
¿Cómo planifico mi dieta equilibrada?
Muy conocida es la pirámide de los alimentos, pero hoy en día está en desuso, porque puede llevar a confusión con las raciones o porque los alimentos de consumo ocasional pueden generar polémica, ya que es muy subjetivo el consumo puntual.
Lo más importante para asegurar una dieta equilibrada es conocer qué alimentos son saludables y cuáles no, y después saber las proporciones aproximadas de lo que sí es sano.
3 consejos para una dieta equilibrada
- Elimina de tu dieta alimentos ultra procesados, alimentos azucarados, precocinados, bebidas alcohólicas y refrescos.
- Reduce el consumo de cereales refinados y alimentos proteicos como carnes, pescados, huevos o lácteos.
- Basa tu alimentación en alimentos de origen vegetal como verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
Si no conoces el Método el plato saludable de Harvard, es un ejemplo rápido y fácil de entender de cómo debemos distribuir las comidas del día.