Nuestra alimentación juega un papel muy importante en nuestra microbiota intestinal.
Dependiendo de lo que ingiramos pueden producirse unas u otras modificaciones en la misma. Vamos a ver qué es exactamente la microbiota, cuáles son sus funciones en el organismo y cómo mantenerla saludable. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la microbiota?
Seguro que últimamente has oído por algún lado el término “microbiota” (ya que es un tema en auge). La microbiota se define como “el conjunto de los microorganismos (todas las bacterias, arqueas, eucariotas y virus) presentes en un entorno definido”. En el caso de la microbiota intestinal es porque la encontramos en el intestino. De hecho, en el intestino grueso es donde alberga el ser humano mayor población de microorganismos.
La microbiota tiene un papel muy importante para nosotros, ya que realiza algunas funciones que nuestro organismo no puede realizar (lo veremos un poco más abajo).
También se sabe que la microbiota intestinal está en continuo cambio, algunos de los factores que le afectan son la dieta, el ejercicio físico, la edad, fármacos, el sueño… la mayoría los podemos modificar adoptando buenos hábitos de vida.
¿Cuáles son sus funciones?
Así, como hemos mencionado algunas líneas más arriba, las funciones de la microbiota son (grosso modo) las de proteger y nutrir a todo el organismo. Pero entre sus funciones podemos encontrar:
- Prevenir la colonización por otros microorganismos patógenos (bacterias malas, parásitos, virus…).
- Nos ayudan a digerir alimentos (que nosotros no podemos digerir).
- Estimula nuestro sistema inmune.
- Producen algunas vitaminas, como por ejemplo, la vitamina K.
- Fabrican el 80% de nuestro neurotransmisores del cerebro.
Tratamiento alimentario de la microbiota
La alimentación, como ya hemos mencionado, juega un papel importante en la microbiota. Lo vital y a tener en cuenta siempre es mantener una dieta equilibrada y saludable, puesto que los microorganismos que forman parte de nuestra microbiota se alimentan de esta también.
En cuanto a ejemplos más concretos sobre qué comer para mantener la microbiota saludable (más diversa y competente), podríamos decir que nuestra dieta por excelencia, la dieta mediterránea, es una de las opciones más beneficiosas (y, en realidad, no solamente para cuidar estos microorganismos, sino también para mantenernos saludables en general), ya que está basada en alimentos “naturales” como pueden ser: frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, cereales de grano entero. Esta dieta también contempla un consumo moderado de carnes blancas y pescados y reducido en carnes rojas. Y como grasa por excelencia el aceite de oliva (virgen extra).
Sin embargo, y en el caso contrario, también debemos evitar ciertos alimentos como pueden ser aquellos ricos en grasa saturada, harinas refinadas, altos en azúcares… es decir, alimentos procesados, ya que con este tipo de alimentación (conocida como dieta occidental) perjudicaremos a nuestra microbiota (y también nuestra salud en general).
Recomendaciones nutricionales
Las pautas para llevar una vida saludable, nutricionalmente hablando, son sencillas y los alimentos de los que hablamos se encuentran en todos los supermercados. En cualquier caso, es posible que necesites o simplemente quieras una guía, una ayuda para combinar todos ellos para convertirlos en una dieta equilibrada y bien estructurada. Si es el caso, contacta con nosotros; en Nutrium contamos con un servicio de dietoterapia que se adapta a ti para que cumplas tus objetivos de la forma más sencilla posible. ¡No esperes más!