La etapa de hoy, sin duda, es una de las más especiales que vamos a vivir en esta aventura. Después de casi una semana y cinco etapas del Camino, volvíamos a casa; a Logroño.
En lo que al trayecto desde Torres del Río hasta Logroño no ha habido nada especialmente reseñable. Nos ha costado un poquito despertarnos, pero pronto nos ha podido el hambre y hemos bajado a desayunar. Poco a poco vamos conociendo a más y más gente, lo cual hace que Yago y Lola estén cada vez más cómodos.
Al salir de Torres del Río, hay una zona que se llama Mataburros que es para estudiarla: caminos complicadísimos, todo el rato sube, baja, sube, baja… pero bueno, hemos seguido adelante porque hoy teníamos muchísimas ganas de llegar a destino. Lola, además, contaba con la motivación de ir enseñando su matrícula nueva de la bici, recuerdo del Camino de Santiago.
Aquí quiero hacer especial mención a Lola. Está siendo una auténtica crack. Los otros peregrinos con los que nos vamos encontrando siempre se ofrecen a echarle una mano con la bici, pero ella quiere hacerlo sola. La gente… alucina con ella.
Hemos parado en Viana, que son fiestas, donde nos hemos encontrado con nuestros amigos Vicente y Silvia, que nos iban a acompañar andando hasta Logroño. Allí hemos tomado un café y un par de plátanos; ni siquiera nos hemos parado en las fiestas. Había que mantener el ritmo porque a las 12.30 teníamos… un compromiso especial.
Al llegar al albergue, había ya algunas personas esperándonos… ni más ni menos que Paula, los abuelos, y familia que se había acercado a darnos ese apoyo que nos llevan dando desde que empezamos. Lola y Yago han corrido hacia su madre, nos hemos abrazado todos juntos y nos han llenado de fuerzas.
Aun con la emoción en el cuerpo, hemos tenido que seguir avanzando hasta nuestro destino: habíamos quedado en La Tertulia donde, cuando hemos llegado, había unas 12 personas esperando a Dos (3) Ramos en el Camino. Pero, al rato, han empezado a llegar más y más personas: amigos nuestros, amigos de Lola… y, de sorpresa, también una de las personas más especiales que podían aparecen, el motivo principal por el que estamos haciendo esto: nuestra prima Paz. Han venido desde Zaragoza para vernos, para llenarnos de energía, para seguir inspirándonos y recordarnos por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo. Gracias, Paz.
Hemos estado hasta las dos y pico allí. Nos han tratado, como siempre, de maravilla en La Tertulia: canapés para todos, han hecho donaciones para los niños con AME… ha sido una mañana espectacular.
Después del gran comité de bienvenida, yo me he ido a comer algo y a dormir un poco; Paula ha aprovechado para llevarse a los niños a la finca. Se han bañado en la piscina y han disfrutado con sus primos.
Después de mi siesta, he aprovechado para hacer un par de cosas: he ido a ver si podían arreglar el carro, pero no ha podido ser; también me he ido a la oficina a hacer presoterapia, para ponerme a punto para continuar el viaje; y hemos hecho un directo con Anna (de Anna recetas fáciles)
Después de un día lleno de emociones, nos hemos ido a la cama con el corazón lleno. No se nos había olvidado, pero hemos recordado con más fuerza la razón de este reto: por Paz, por todos los niños y niñas con AME. Por que la ciencia siga avanzando para todos y cada uno de ellos.
Nos vemos mañana con más energía que nunca.
Estamos deseando comenzar y compartir con todo el mundo nuestra experiencia; queremos ayudar a Fundame con la investigación, con los tratamientos y sobre todo con la visibilidad, que nadie se quede sin saber que esta enfermedad rara existe y todos los niños merecen vivir de la mejor manera posible.