Hoy el día ha empezado pronto en Estella para mí. A las 5 de la mañana se han despertado nuestros vecinos de arriba y, con ellos, yo. Por suerte, he conseguido coger el sueño un rato más, y ya ha sido a las 6 cuando me he puesto en pie. La motivación de hoy la hemos encontrado a primera hora, ya que Lola ha recibido un vídeo de su profe María, que le mandaba ánimos. Yago, por su lado, hoy ha sido el primero en prepararse: hemos hecho una carrera… y ha ganado él.
Anoche nos escribió Tania, profe de Lola, y nos comentó que ella estaba haciendo el mismo camino que nosotros (aunque ella lo empezó una etapa antes). Es cierto que el ritmo que lleva ella y el que llevamos nosotros… no es el mismo, así que, bueno, nos ha alcanzado. Nos contó que hoy hacen noche en Torres del Río, como nosotros. Cuando Lola se ha enterado, no podía con la emoción: ha empezado a preguntar con quién iba, cómo, si también llegaría a Santiago… pero, como he dicho, Tania va a otro ritmo. También me ha dicho Yago que estaba un poco triste por no poder ver a su profe Raúl, al que echa mucho de menos.
Hoy, la motivación, además de esos mensajes que comentaba antes, es que en el hostal de Torres del Río tenemos piscina. Con todo esto en mente, vamos mucho más rápidos y ligeros hoy. Ha ayudado el hecho de que esta etapa está siendo menos técnica que otras; hay subidas y bajadas, sí, pero no tan difíciles.
Hemos hecho parada técnica en Villamayor de Monjardín. Un pequeño descanso, hemos comido algo de fruta… y hemos coincidido con unas chicas que conocimos el otro día. Han querido hacer una donación para FUNDAME, así que he llamado a Paula y hemos gestionado la donación en directo (dando, por supuesto, los nombres de los donantes).
Hemos compartido un rato con Tania, pero al rato el deber nos ha llamado: tenía que cargar el móvil porque teníamos una entrevista con la SER La Rioja.
Después hemos ido a ver la iglesia de Los Arcos (que es pre-cio-sa) y, de nuevo, Lola y Yago han estado un rato jugando con Tania y sus acompañantes (¡desde aquí, un saludo a todos y gracias por el día!).
Desde Los Arcos han llegado del tirón a Torres del Río. La tarde no ha sido como las anteriores, ha sido bastante atípica porque la recompensa era la piscina (de la que ha costado sacarles más tarde, dicho sea de paso). Aprovechando que la habitación en el Hostal San Andrés daba a la piscina, les he dejado divirtiéndose mientras yo hacía algunas gestiones.
Cuando por fin he conseguido sacarles, no querían subir a la habitación. Pero… ha aparecido Beatriz, nuestra nueva amiga cordobesa, y los dos pequeños se han quedado con ella (rato que he aprovechado para ducharme y seguir haciendo alguna cosa del trabajo que tenía pendiente).
Justo cuando estaban a punto de subir, por fin, a la habitación, Tania nos ha avisado de que estaba en el pueblo (al final no duerme en Torres del Río, sino en el pueblo anterior) y a Lola y a Yago les ha faltado tiempo para irse a pasear con ella.
Un rato y una siesta después (la necesitaba), he bajado a por ellos para cenar algo. Como si los astros se alinearan, nos han llamado para hacer un directo. ¿Sabes, tú que estás leyendo esto, cuando le dices a alguien que no haga algo, y hace totalmente lo contrario? Pues eso ha pasado con Lola y Yago durante el directo. Tal ha sido la emoción del día que seguían con ella dentro del cuerpo. Tanto es así que, durante la cena, Yago probaba bocado y se iba saltando por ahí cual canguro.
Antes de cerrar el día, especial agradecimiento a la gente del Hostal San Andrés. Muy amables, muy cariñosos con Yago y Lola, atentos…
Y con esto, nos vemos mañana en una etapa de lo más especial: volvemos a casa, a Logroño.
Estamos deseando comenzar y compartir con todo el mundo nuestra experiencia; queremos ayudar a Fundame con la investigación, con los tratamientos y sobre todo con la visibilidad, que nadie se quede sin saber que esta enfermedad rara existe y todos los niños merecen vivir de la mejor manera posible.
