Seguro que sabes, aunque sea de oídas, lo que es la dieta mediterránea. En realidad, es posiblemente uno de los conjuntos de alimentos que más popularidad otorga a España en lo que a gastronomía se refiere. No es de extrañar; la cultura y tradición alimentarias españolas son conocidas mundialmente por la calidad de sus materias primas (y, para ser justos, no solo en las zonas bañadas por el Mediterráneo, sino en cada rincón del país). Por eso, hoy te traigo una dieta quizás más desconocida pero igualmente beneficiosa y rica: la dieta atlántica. Sigue leyendo y descubrirás todo lo que tiene que ofrecer. ¡Vamos!
¿Qué es la dieta atlántica?
Lo primero y más importante: la dieta atlántica está compuesta por todos los alimentos necesarios para mantener una vida saludable (nutricionalmente hablando). En el próximo apartado te contaré cuáles son estos ingredientes, pero antes déjame explicarte un poco su historia.
En la Península Ibérica, la dieta atlántica se encuentra principalmente en el norte de Portugal, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, fundamentalmente. Lo cierto es que, aunque suene ahora con más fuerza pues fue hace relativamente poco que se empezó a estudiar más en profundidad, se trata de un estilo de vida que ha estado con nosotros desde hace siglos. Además de los lugares ya mencionados, también la adoptaron otros como Reino Unido o la Bretaña Francesa.
Si hay algo que hace especial a la dieta atlántica no son los alimentos que la componen (que también, evidentemente), sino la forma en que estos ingredientes se cocinan y se consumen. Tal como contaba Felipe Casanueva, vicepresidente de la Fundación Dieta Atlántica para el diario ABC en una ocasión, “Influye el estilo de cocinar y de comer. Lo que se da es una alimentación sin prisa, el «slow cooking» que dicen ahora”. Otra clave para mantener la esencia de esta dieta es abogar por la simplicidad. “Se debe buscar la sencillez en la preparación de los alimentos, para mantener la calidad de las materias primas y, por tanto, el valor nutritivo”, añadía.
Los 10 mandamientos de la dieta atlántica
En 2006, durante el II Congreso Internacional de la Dieta Atlántica, se propusieron algo así como los 10 mandamientos por los que se rige esta alimentación. Se hizo en un documento llamado Decálogo de la Dieta Atlántica, y sus puntos principales son los siguientes (por supuesto, atendiendo a los alimentos mencionados arriba):
- Primero y más importante, consumir pescado unas 3 o 4 veces a la semana. Ya sea de mar o de río, las proteínas que proporciona el pescado es fundamental no solo como parte de la dieta atlántica, sino como guía de alimentación general.
- Incluir los cereales, las legumbres y las patatas. Constituyen un papel importante diario, y se recomienda que el pan sea elaborado con harina de grano entero o integral, y que la patata sea, a poder ser, cocida.
- Que las comidas estén acompañadas de frutas y verduras. Es importante que haya variedad, y cobran especial importancia las propias de cada zona.
- El aceite de oliva, como en la dieta mediterránea, juega un papel fundamental. Por supuesto, es la grasa elegida para cocinar los platos pero, sobre todo, forma parte de la dieta atlántica para ser consumido el crudo, acompañando ensaladas y verduras principalmente.
- Incluir diariamente leche y productos lácteos. Estos son una muy buena fuente de minerales como el calcio o el fósforo, por lo que han de formar parte de la alimentación diaria.
- Comer carne, pero en su justa medida. Es bien sabido que un excesivo consumo de carne puede llegar a poner en riesgo la salud (así lo advierten desde la Fundación Española del Corazón).
- El vino forma parte de la dieta atlántica. Bien es cierto que aunque el agua continúa siendo la fuente de hidratación por excelencia (como es evidente), el vino, si es con moderación y como acompañamiento de las comidas, también tiene cabida en este estilo de vida. Recuerda que nos estamos haciendo eco de un tipo de dieta, con buenos patrones alimentarios, pero sin embargo, no se debe recomendar el consumo de bebidas alcohólicas en ningún caso.
- Cuanto más sencilla sea la cocina, mejor. Para que la materia prima, buena de por sí, no pierda ninguna de sus propiedades, se aconseja técnicas culinarias que las mantengan.
- Puede parecer una nimiedad, pero otro de los mandamientos es disfrutar de la comida. Mantener la milenaria tradición alimentaria de la alimentación, rodearnos de buena compañía y disfrutar sin estrés del plato que tenemos delante.
- Por último, es importante acompañar una buena alimentación como la expuesta con ejercicio físico.
Como has podido comprobar, la diferencia entre la alimentación atlántica y la mediterránea es mínima, pues la materia prima es la que es. Bien es cierto que tiene sus pequeñas diferencias, pero ambas son opciones beneficiosas para la salud (en el caso de la dieta atlántica veremos estos a continuación).
Beneficios de la dieta atlántica
Aparte de sentirte bien gracias a una alimentación saludable compuesta por ingredientes de primera calidad y repletos de nutrientes que tu organismo necesita, la dieta atlántica ha demostrado tener beneficios muy a tener en cuenta:
- Capacidad de regular los niveles de glucemia.
- Prevención de enfermedades cardiovasculares.
- Prevención de diabetes.
- Ayuda a mejorar el tránsito gastrointestinal
- También es beneficiosa para equilibrar la microbiota intestinal.
Menú de la dieta atlántica (1 día)
A continuación te ponemos un menú de un día acorde con la dieta atlántica y que es totalmente compatible con una dieta saludable y equilibrada.
| Desayuno | Tostada de pan integral con aguacate y tomate |
| Media mañana | Una manzana y un puñado de nueces |
| Comida | Crema de verduras con patata + pollo guisado con champiñones |
| Merienda | Yogur con avena y fresas |
| Cena | Ensalada de rúcula, pepino, maíz y rabanitos + tortilla de espárragos |
Recomendaciones nutricionales
En cualquier caso, antes de adoptar no solo este tipo de alimentación sino sea cual sea, y sobre todo si tienes alguna afección, es importante que acudas a tu médico. Es posible que, aunque sea una dieta equilibrada y saludable, contenga algún alimento que pueda ponerte en riesgo de alguna forma. En Nutrium, atendiendo a tus condiciones, nos adaptamos a ti y, si es que te gustaría adoptar la dieta atlántica, hacemos las modificaciones necesarias para que esta sea beneficiosa. ¿Te interesa? ¡Llámanos!
