¿Has sido diagnosticado de leucemia o conoces a alguien que haya sido recientemente diagnosticado? Si la respuesta es “sí”, quédate a leer este artículo. A continuación te proponemos unas pautas y recomendaciones, además de un menú apto para pacientes con esta enfermedad.
¿Qué es la leucemia?
La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a la médula ósea y la sangre. Normalemente la médula ósea produce células sanguíneas saludables, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Sin embargo, en la leucemia, este proceso se ve interrumpido debido a la proliferación descontrolada de células sanguíneas anormales, generalmente los glóbulos blancos.
Tipos de leucemia
Antes de empezar a desarrollar los diferentes tipos de leucemia, tendremos que saber qué se entiende por “leucemia”. La leucemia es un tipo de cáncer que aparece en las células productoras de células en la médula ósea (para entendernos, la “fábrica” de células que hay en el interior de algunos huesos).
Leucemia linfocítica aguda (LLA)
También denominada leucemia linfoblástica aguda. El término “aguda” hace referencia a su rápida progresión, y “linfocítica” significa que afecta a los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco
Leucemia mielógena aguda (LMA)
También llamada leucemia mieloide aguda, o leucemia no linfocítica aguda. Se inicia en la médula ósea Suele aparecer en las células que darían lugar a los glóbulos blancos (pero no a linfocitos), aunque también puede aparecer en otros tipos de células formadoras de sangre.
Leucemia linfocítica crónica (LLC)
Al igual que la leucemia linfocítica aguda, afecta a los linfocitos, pero de una manera más prolongada en el tiempo. Es el tipo de leucemia más común en personas adultas. No suele dar síntomas rápidos, pero con el paso del tiempo, las células van creciendo y llegan a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.
Leucemia mielógena crónica (LMC)
Afecta a las mismas células que la leucemia mielógena aguda, pero con una lenta progresión, siendo más frecuente en adultos y casi nunca aparece en niños.
Menú para personas con leucemia:
Ante un diagnóstico de leucemia, las necesidades calóricas del paciente están muy aumentadas, por lo que es necesario cubrirlas para evitar la desnutrición calórico-proteica, muy común en los pacientes oncológicos.
También es importante evitar la ingestión de bacterias provenientes de los alimentos, ya que el sistema inmunológico está debilitado.
Por tanto, un ejemplo de dieta para enfermos de leucemia sería el siguiente:
Momento de la comida | Alimentos recomendados |
---|---|
Desayuno | – Vaso de leche con una cucharada sopera de leche en polvo – Tostada con tomate y orégano con huevos revueltos – Naranja con aceite de oliva |
Media mañana | Puñado de nueces o almendras naturales + yogur natural |
Comida | – Alubias blancas con verduras y langostinos + huevo cocido – Acompañar con ensalada de aguacate, queso fresco, aceite de oliva virgen extra y sal – Manzana |
Merienda | Yogur natural (no desnatado, sin azúcar ni edulcorantes) con copos de avena y crema de cacahuete |
Cena | – Ensalada de brotes verdes y tomates cherry´s – Salmón a la plancha con eneldo y patata asada |
Si hemos sido sometidos a un trasplante de médula ósea, tendremos que seguir una dieta con bajo contenido bacteriano. Esta dieta consiste en consumir los alimentos bien cocinados, o muy bien lavados y pelados, para evitar la contaminación bacteriana, ya que estas bacterias pueden pasar a la sangre debido a la mucositis del aparato digestivo y el sistema inmune debilitado.
Por tanto, es conveniente evitar:
- Lácteos no pasteurizados y quesos con moho
- Carnes, pescados y huevos crudos o poco cocinados. Incluidos los pescados ahumados, boquerones…
- Frutas y verduras sin lavar, y brotes germinados
- Miel
- Agua no embotellada
- Frutos secos
Recomendaciones nutricionales
En resumen, debemos tener en cuenta 3 directrices básicas en una dieta para enfermos de leucemia:
- Aumentar el consumo de calorías y proteínas, para evitar la desnutrición calórico-proteica. Podemos utilizar leche en polvo para aumentar el contenido proteico de las recetas, y añadir aceite de oliva virgen extra, mantequilla de cacahuete y otras grasas saludables siempre que sea posible, ya que serán un aporte extra de energía.
- Aumentar el consumo de alimentos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias: pescado azul, verduras, frutas, nueces, aguacate…
- Por último y no menos importante, tenemos que prestar especial atención a la higiene bucodental, para evitar infecciones. Es importante un correcto cepillado de dientes o el uso de colutorios sin alcohol
Si has sido diagnosticado recientemente de leucemia o conoces a alguien que esté diagnosticado, os recomendamos acudir a un nutricionista especializado en oncología para que optimice la alimentación durante esta etapa. ¡Os esperamos!