Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón, estudios recientes han demostrado que la dieta también desempeña un papel significativo en la prevención y el manejo del cáncer de pulmón, al igual que en otros tipos de cáncer.
En este artículo, explicaremos cómo una alimentación equilibrada y rica en nutrientes puede contribuir a la reducción del riesgo, así como su impacto en pacientes que ya padecen la enfermedad.
Si quieres saber más sobre la alimentación y el tabaco puedes leer nuestro post ¿Cómo afecta el tabaco a la dieta?
Prevalencia de la desnutrición en el cáncer de pulmón
La prevalencia de desnutrición en pacientes con cáncer de pulmón es alta, con estudios que indican que entre el 30% y el 70% de los pacientes pueden estar desnutridos en algún momento de su enfermedad.
Esta variabilidad depende de factores como el estado del cáncer, el tipo de tratamiento recibido y las condiciones individuales del paciente. La desnutrición en estos pacientes puede deberse a varios factores, como los efectos del tumor en el metabolismo, la reducción del apetito, las dificultades para comer debido a síntomas como la disnea o la disfagia, y los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia, las cirugías y la radioterapia.
Factores importantes en la alimentación y cáncer de pulmón
Interacción alimento-medicamento en el cáncer de pulmón
Las interacciones entre fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer de pulmón y los alimentos son una consideración importante en la atención oncológica, ya que ciertos alimentos pueden influir en la eficacia y toxicidad de los medicamentos. A continuación, resumimos algunas de las interacciones más relevantes:
- Inhibidores de la tirosina quinasa (ITK): Estos medicamentos, como el erlotinib y el gefitinib, son sensibles al pH ácido del estómago y a la presencia de alimentos. Tomar estos fármacos con alimentos, especialmente aquellos ricos en grasas, puede aumentar su absorción y potencialmente elevar los efectos secundarios. Se recomienda tomar estos medicamentos en ayunas para evitar estas interacciones.
- Quimioterapia: el cisplatino y la doxorrubicina, pueden causar náuseas y vómitos, lo que disminuye la ingesta de alimentos.
- Pomelo y zumo de pomelo: El pomelo puede inhibir la enzima CYP3A4, presente en el hígado y el intestino, lo que afecta la metabolización de varios fármacos, incluidos algunos usados en el tratamiento del cáncer de pulmón, como los ITK y ciertos quimioterápicos. Esto puede llevar a niveles más altos de fármaco en el organismo, aumentando el riesgo de toxicidad.
- Suplementos nutricionales: Algunos suplementos, como los antioxidantes (vitaminas C y E), pueden interferir con la eficacia de la quimioterapia y la radioterapia, ya que pueden reducir el daño oxidativo que estos tratamientos buscan provocar en las células cancerosas. Es recomendable comentar con un oncólogo o nutricionista el uso o no de suplementos nutricionales.
En conclusión, es fundamental que los pacientes con cáncer de pulmón informen a sus médicos sobre su dieta y cualquier suplemento que estén tomando para evitar interacciones que puedan afectar su tratamiento.
Consecuencias del cáncer de pulmón que genera cambios en la percepción de sabores
La disgeusia, o alteración del sentido del gusto, es un efecto secundario común en pacientes con cáncer, especialmente durante la quimioterapia o radioterapia. Aquí tienes algunas recomendaciones breves para manejarla:
- Experimenta con sabores: Prueba alimentos con sabores más fuertes o ácidos, como cítricos, aderezos de limón o vinagre, que pueden ayudar a mejorar el gusto. Valora la utilización de ácidos si hay aftas bucales, en este caso, está contraindicado su uso.
- Usa cubiertos de plástico: Si los alimentos tienen un sabor metálico, intenta usar cubiertos de plástico en lugar de metal para reducir esta sensación.
- Mantén una buena higiene oral: Cepilla los dientes y la lengua antes y después de comer para mantener la boca limpia y minimizar los sabores desagradables.
- Prueba alimentos fríos o a temperatura ambiente: A veces, los alimentos fríos pueden ser más tolerables y apetitosos que los calientes, ya que desprenden menos olor.
- Evita alimentos y olores que desencadenan mal sabor: Si ciertos alimentos empeoran la disgeusia, trata de evitarlos y busca alternativas que resulten más agradables.
- Usa enjuagues bucales antes de las comidas: Un enjuague bucal suave de agua y bicarbonato de sodio puede ayudar a neutralizar los sabores desagradables antes de comer.
- Incrementa la frecuencia de las comidas pequeñas: Comer porciones pequeñas y frecuentes puede ser más fácil si no queremos dejar de consumir alimentos.
Alimentos buenos o recomendados para el cáncer de pulmón
Estos alimentos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, combatir la inflamación y proporcionar la energía necesaria para poder mejorar la calidad de vida de los pacientes durante los tratamientos.
- Frutas y verduras frescas: Espinacas, brócoli, zanahorias, bayas, manzanas, y cítricos, que son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes.
- Granos enteros: Avena, quinoa, arroz integral, y pan de trigo integral, que aportan fibra y energía…
- Proteínas magras: Pollo, pavo, pescado, huevos, y legumbres, que son esenciales para la reparación y mantenimiento de tejidos.
- Pescados grasos: Salmón, sardinas, y caballa, que contienen ácidos grasos omega-3, beneficiosos para reducir la inflamación.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, semillas de chía y de lino, que ofrecen grasas saludables, fibra y proteínas.
- Aceite de oliva virgen extra: Una fuente saludable de grasas monoinsaturadas y antioxidantes.
- Productos lácteos: Yogur natural, leche, y quesos frescos, principalmente, ya, que son buenas fuentes de calcio, vitamina D y proteínas.
- Hierbas y especias: Cúrcuma, jengibre, ajo, y perejil, que no solo mejoran el sabor, sino que también tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Alimentos malos o NO recomendados para el cáncer de pulmón
Algunos alimentos no son recomendados debido a su potencial para interferir con el tratamiento, debilitar el sistema inmunológico, o agravar los síntomas. Aquí te menciono algunos:
- Alimentos procesados y ultraprocesados: Embutidos, alimentos con alto contenido en sal, snacks, y comidas rápidas suelen contener conservantes, grasas trans y azúcares añadidos, lo que puede promover la inflamación y afectar la salud general.
- Carnes rojas y carnes procesadas: El consumo excesivo de carnes rojas y procesadas (como salchichas, embutidos…) ha sido relacionado con un mayor riesgo de cáncer, y puede ser perjudicial durante el tratamiento debido a su alto contenido de grasas saturadas y compuestos potencialmente cancerígenos formados durante su cocinado.
- Azúcares refinados y alimentos ricos en azúcar: Los dulces, pasteles, refrescos y otros alimentos ricos en azúcar pueden contribuir al aumento de peso y a la inflamación. Además, las células cancerígenas se nutren principalmente de glucosa, obtenida a partir del azúcar, por lo que sería recomendable evitar su consumo.
- Alcohol: El alcohol puede interferir con la eficacia de ciertos tratamientos, aumentar el riesgo de infecciones, y en algunos casos, aumentar los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia.
- Alimentos crudos o mal cocidos: Especialmente en pacientes con sistemas inmunológicos debilitados, los alimentos crudos como carnes, pescados (sushi), huevos, y productos lácteos no pasteurizados pueden aumentar el riesgo de infecciones.
- Pomelo y algunos cítricos: Como mencionado anteriormente, el pomelo puede interferir con la metabolización de ciertos medicamentos utilizados en el tratamiento del cáncer, lo que podría afectar su eficacia.
Menú para personas con cáncer de pulmón:
A continuación te dejamos una tabla con el menú recomendado para una persona con cáncer de pulmón para un día.
Desayuno | Infusión de jengibre (para disminuir las náuseas) Porridge de avena con leche, plátano, crema de cacahuete y semillas de chía. |
Media mañana | Batido de leche, leche en polvo y frutos rojos (fresas, frambuesas…) |
Comida | Ensalada de espinacas, aguacate y queso fresco Muslitos de pollo guisados con verduras y patata Melón o sandía. |
Merienda | Tostada de pan integral con queso fresco de cabra, aguacate y tomate. |
Cena | Crema de verduras (calabacín, puerro, zanahoria). Dorada o lubina al horno con especias. Yogur natural con nueces. |
Recomendaciones
Por último, me gustaría darte tres últimos consejos:
- Personaliza tu dieta: Cada persona y cada tipo de cáncer es diferente. Una nutricionista oncológica puede ayudarte a diseñar un plan de alimentación adaptado a tus necesidades específicas, mejorando tu calidad de vida durante el tratamiento.
- Manejo de efectos secundarios: la nutrición es una pieza clave para aliviar síntomas como la pérdida de apetito, náuseas o disgeusia, ayudando a mantener una nutrición adecuada y un peso saludable.
- Apoyo integral: una nutricionista oncológica te proporcionará el apoyo necesario para fortalecer tu cuerpo, tus defensas y optimizar los resultados de tu tratamiento. Además, podrá recomendarte otros profesionales (entrenadores, fisioterapeutas, psicólogos) para lograr una correcta recuperación.